domingo, septiembre 28, 2008

Reflexiones de una zorra


Todo el que lee este blog sabe que soy una esclava convencida y que disfruto siéndolo pero estos días debe haber ocurrido algo extraño porque hoy voy a hablar mal de BDSM o, por lo menos, de una de las dos partes que participa en el BDSM. Y es que resulta que llevo todo el fin de semana pensando en lo mismo y al final he decidido poner aquí mi reflexión para que cada uno pueda decidir si le parece correcta o estoy loca de atar. A lo mejor hay quien se extraña de que una esclava piense y de hecho, todos sabemos que hay Amos que aseguran que una esclava no tiene que pensar, sólo tiene que obedecer. Puede ser verdad pero esta esclava que, curiosamente, es adiestrada para convertirse en una zorra y en la última mierda que recorre el mundo a gatas ha sido capaz de estar pensando durante casi dos días.
¿Y qué es lo que he estado pensando?
Pues en la actitud de algunos Amos que tratan a sus esclavas con una indiferencia absoluta y que dan la impresión de querer hacerles daño para satisfacer sus deseos o para que se note que son los que mandan.
Un Amo prohibe a su esclava que tome alcohol. Hasta hí todo va bien, pero resulta que la pobre no bebe alcohol sino coca cola y entonces le prohibe la coca cola. Le da permiso para que la noche del sábado pueda dar una vuelta con sus amigos pero le prohibe beber alcohol y coca cola y cuando ella, sumisa, le pregunta qué puede beber, la respuesta de su Señor es la más comprensiva para con la persona a la que, teóricamente, debe proteger: "Agua".
Sí, señor, así se habla. Entras en un bar en una noche de sábado con todos tus amigos, todos piden cubatas, whisky o fanta de limón y la esclava, obediente, solicita un vasito de agua. Mientras, claro, él se está hartando de cuba libres con los amigos en un bar cercano.
Otra cuestión. Prácticamente todas las esclavas tenemos que llevar un diario que debemos enviar cada día a nuestro Señor. Algunas, además del diario deben mandar correos a su Amo para pedirles permiso para ciertas cosas, para contarles lo que piensan, darles cuenta del dinero que gastan, lo que comen, lo que beben, o lo que visten. Lo razonable sería que, al menos de vez en cuando, recibieran respuesta de sus Amos dándoles ánimos, riñéndolas o comentando lo escrito por ellas, pero no, esos Amos no escriben jamás y cuando a la zorra se le ocurre hacer alguna observación con timidez y sin apenas levantar la voz la primera respuesta que recibe es que le está faltando el respeto y la segunda que él es Amo y que escribe cuando le sale de ahí mismo. Sí, señor, con dos pares....
Bueno, amigos mi cerebro de perra ya no da más de sí, de forma que lo voy a dejar ya y seguiré otro día. No veáis este comentario como algo personal o como una decepción por mi parte, pero a veces se oyen y se ven cosas que le sacan a una de quicio. Aunque se sea esclava.

Nota. Tengo la seguridad de que mi Amo no se enfadará por este comentario. En primer lugar porque siempre me ha dado absoluta libertad para escribir lo que quisiera y en segundo término porque es evidente, desde luego para mi Señor y para esta esclava, que todo lo que he dicho no tiene nada que ver con él.

miércoles, septiembre 24, 2008

Euforia



Estos días estoy eufórica. Pero no porque me haya encontrado mejor de mi enfermedad ni porque los médicos me hayan dicho que me voy a curar antes de lo esperado o de que no voy a tener complicaciones. Tampoco porque haya tenido la oportunidad de volver a hacer mi vida normal. No soy tan optimista ni tan ingenua. Estoy eufórica porque mi Amo ha considerado que puedo volver a ser controlada por él, aunque sea de una forma mínima todavía y porque me ha dado una serie de órdenes que tendré que cumplir aquí en mi casa. Sé que para muchos es un magro contenido para tanta alegría pero hacía varios meses que estaba totalmente apartada de mis actividades como esclava. Meses sin poder servir a mi Amo, sin que él pudiera usarme siquiera mínimamente. Meses sin tener que cumplir una orden, sin ser sometida y sin ningún control. ¿Dónde se ha visto a una esclava que sea libre o que haga lo que le dé la gana?
Esta semana, por fin, han empezado a cambiar las cosas y vuelvo a sentirme esclava. Sé que no es mucho, que no es un gran avance, que sólo es el principio. Sé que aún falta mucho para ser la esclava que fui y no digo para ser la esclava que quise ser. Sé que tal vez nunca lo seré pero prefiero mil veces ser una esclava inútil y cogida con alfileres a ser una tonta inútil porque, de esa forma, podré demostrar, parodiando aquella vieja canción de otros tiempos, que las viejas esclavas nunca mueren.
Gracias mi Amo.

martes, septiembre 09, 2008

El sentimiento de una esclava



Es posible que algunos de los visitantes de este blog se estén preguntando por la razón de que hayan pasado tantos días sin que haya sido actualizado. Debo responder que han sido mis circunstancias personales, seguramente conocidas por muchos, las que han impedido que tuviera tiempo o fuerzas para hacerlo. Y tampoco lo habría hecho hoy si no hubiera sido porque he tenido la fortuna de leer la última entrada escrita por lilanegra en su blog.
Dice lilanegra que una esclava lo es para siempre y que lo es por carácter, casi de forma genética. Estoy totalmente de acuerdo con ella.
Una vez oí a alguien, buen conocedor del mundo BDSM, decir que la sumisa lo es siempre pero la esclava lo es sólo cuando tiene Amo porque es la esclava de.... No estoy de acuerdo.
Desgraciadamente llevo ya más de un mes sin ejercer mi esclavitud o, mejor dicho, sin que mi Amo me obligue a comportarme como su esclava, pero no por ello he dejado de serlo. Es verdad que no soy una esclava activa, que no lo seré en mucho tiempo y que cada vez es más probable que no lo vuelva a ser nunca, pero aunque eso suceda, jamás dejaré de ser esclava, con todo lo que ello conlleva. Si durante el transcurso de los próximos meses mi Amo quiere seguir considerándome su esclava, aunque sea una esclava decorativa, lo seguiré siendo, pero si mi Amo y yo decidimos que es mejor dejar a un lado la relación y cambiarla por otra de amistad o del tipo que sea, no por ello dejaré de ser esclava, incluso aunque carezca de Amo. Ser esclava se lleva en la sangre, no es un juego o un capricho, es la forma que muchos/as de nosotros/as hemos elegido para comportarnos y para vivir.
Bueno, nuevamente voy a faltar algún tiempo, que espero sea corto, pero en cuanto sea posible volveré para seguir compartiendo con vosotros las ideas, los puntos de vista y las ilusiones que tanto nos gustan a todos.